La celiaquía es una de las enfermedades que poco a poco se hace más visible. Cada vez se ofertan más alimentos sin gluten, los etiquetados son más informativos y los precios poco a poco se estandarizan aunque no todo lo rápido que quisieran los celiacos.
Los consumidores están desarrollando una sana predisposición por los alimentos no procesados. Existen diversas razonas en las que apoyan sus nuevos gustos alimentarios: ingerir una menor cantidad de azúcar, grasas trans, sodio y/o productos químicos.
En la actualidad, la sociedad anda muy preocupada por su bienestar, su imagen, salud… Todo ello es perfecto, se consigue ser más longevos según nos cuidamos más, aunque claro en este caso no hay que tener en cuenta los agentes externos, solo lo que nosotros podemos controlar...
No solamente nuestro cuerpo se beneficia si mantenemos una buena alimentación; también lo hace nuestro cerebro. Éste necesita vitaminas, proteínas y ácidos grasos que activan y mejoran la agilidad mental. Por lo tanto, para todos aquellos estudiantes que os quejáis de la mala memoria con la que contáis a la hora de preparar los exámenes sólo decir que pidáis una ración doble de pescado.
Con un uso más que cotidiano, el papel de aluminio no falta en las cocinas. Entre muchos otros fines se encuentra el empaquetar bocatas de niños y mayores para la merienda, como base para cocinar en el horno facilitando su limpieza o para envolver alimentos expuestos a altas temperaturas y cocinarlos a falta de más útiles culinarios.